Observando el desarrollo de las mentalidades típicas en los extractos medios y bajos de la sociedad dominicana, encontramos un comportamiento constante en hombres y mujeres. La mayoría de los dominicanos, sin ánimo de ofender, están dispuestos a sacrificar la relación amorosa, con su pareja de siempre, si aparece un extranjero o un dominicano que viaje que le propone matrimonio.
Sin embargo, este fenómeno no es nuevo en la sociedad dominicana, ya en 1863 el general español, La Ganara, informaba a los reyes españoles sobre el supuesto comportamiento extraño que tenían las mujeres de esta región del país. Decía que en los poblados del cibao muchas mujeres preferían vivir maritalmente con un hombre casado, que poseía varias familias mientras existía una gran cantidad de hombres que pertenecían solteros.
Precisamente ese es el punto, las mujeres y los hombres de todas las épocas parecen preferir a alguien que resuelva problemas, alguien con iniciativa, aunque tenga otras parejas sentimentales y repudiar al pelagato aunque sea fiel.
