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FILOSOFIA

LA CONCIENCIA: RESPONDIENDO AL MTRO. FÉLIX SENCIÓN

Prof. José Tavárez  |  01 de diciembre de 2014 (02:54 h.)

(José Tavárez para el Foro de Eulogio y Profesores/as de la UASD)

Recientemente el Mtro. Félix Sención invitó a los filósofos a responder algunas preguntas sobre el tema de la conciencia. Las cuestiones planteadas eran las siguientes: ¿Qué es la conciencia? ¿Cómo se manifiesta? ¿La conciencia mata? ¿La conciencia de Santiago es diferente a la de la Capital? Dándome por aludido en mi condición de filósofo, me aventuro a producir la siguiente reflexión:

La conciencia, Mtro. Sención, es la capacidad que tienen las personas para reconocerse a sí mismas en sus atributos esenciales. Un conocimiento interior sobre el bien y el mal, una especie de convicción personal que tenemos sobre sobre nosotros y el mundo. Podemos decir que la conciencia es un atributo que nos acompaña permanentemente y se expresa en nuestros actos. Sin embargo, debemos reconocer que los humanos podemos disociar la conducta  con respecto a los estados de la conciencia.

¿Por qué una persona puede actuar contrariando su conciencia? Aquí expongo algunas razones por las cuales se puede actuar en contra de la propia conciencia:

·        La más obvia es la que se produce a sabiendas de que se violenta la norma moral. La persona actúa por mala fe o por mala conciencia en procura de obtener un beneficio que le resulta irresistible. Desde el punto de vista religioso hablamos de tentación y pecado.

·        Otra situación posible es cuando se actúa bajo el influjo o mandato de alguien que tiene dominio sobre la voluntad de la persona. Es frecuente que esto se dé en situaciones de abuso extremo donde la voluntad de alguien ha sido anulada, tal como ocurre en el contexto de la “indefensión aprendida”.

·        Una situación un poco más compleja la encontramos en lo que León Festinger llamó “disonancia cognoscitiva”. En este caso el individuo experimenta una verdadera crisis de conciencia, cuando se ve obligado a actuar en contra de sus convicciones. El conflicto interior suele alcanzar niveles tan dramáticos que el sujeto huye de la situación o modifica los valores de referencia. Las víctimas de acoso en el ambiente laboral o académico suelen experimentar “disonancia cognoscitiva”: ¿Renuncio del trabajo que necesito, quemo la materia que curso o accedo a los requerimientos de alguien con poder?

De seguro que hay muchas más razones para que se produzcan contradicciones entre conciencia y conducta, pero lo dejamos hasta ahí. En cuanto a si la conciencia mata, Mtro. Sención, creemos que puede suceder, tal como le ocurrió a Judas después de su traición a Jesús. No obstante eso, lo que sucede con mayor frecuencia es que las personas maten a la conciencia, anulando la voz acusadora que desde su interior reclama rectitud.

La última pregunta ¿La conciencia de Santiago es diferente a la de la Capital? Reviste mayor complejidad poderla responder, dado que se trata de colectivos, no de individuos. Esto supone entrar en consideraciones sobre la conciencia de los pueblos, algo un poco abstracto que nos llevaría a valoraciones con alto grado de subjetividad. Es como si habláramos de identidad o de ideología de estas ciudades, una tarea que desborda las pretensiones de este simple artículo.

Reciba mis afectos de siempre,

 

JT

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