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FILOSOFIA

La democracia tiene un precio

Eulogio Silverio  |  10 de noviembre de 2014 (10:52 h.)

La democracia tiene un precio y ese precio se llama tolerancia. La democracia no puede ser imposición de criterios, sean estos verdaderos o falsos.

¿Quién de nosotros está en capacidad de establecer la verdad de manera absoluta y mucho menos cuando se trata de una verdad de tipo social, como el caso presente? 
¿Quién tiene la autoridad para decirles a los demás lo que debe y no debe leer?

Quienes pretendan tales cosas quedaran en ridículo, pues mucha sangre se ha vertido en la humanidad para lograr establecer como un derecho fundamental de los seres humanos la libertad de conciencia.

Sé que resulta incomodo y doloroso aceptar que los hijos de Trujillo también tiene derecho a expresar su visión del mundo y que nosotros, además estamos en la obligación de garantizarle ese derecho, a menos que pretendemos usar los mismos métodos que ellos usaron contra nosotros. 

Nos parece injustificable la censura de libros e ideas que realizaron los trujillos, pero acaso está bien que lo hagamos nosotros.

 Así no vamos a avanzar mucho, además, me pregunto cuál es el miedo de que todo el mundo lea lo que su mejor criterio y voluntad le indique. Así como defiendo el derecho de decir lo que pienso, defiendo el derecho que tienen los demás, incluso los hijos de Trujillo, de decir lo que le parezca pertinente decir. Queda de nosotros responder de la manera que entendamos más adecuada.

Debemos tener cuidado con estos héroes de nuevo cuño que pretenden tratarnos como muchachos, pues ya no estamos en los años donde cualquier imbécil se creía con la autoridad de decirle a los demás cuál es la verdad. 

No soy dado a creer en héroes, tampoco creo en mesías  conocedores y portadores de verdades absolutas. Si alguien se llegara a creer que tiene la verdad debería preguntarse si el otro no podría tenerla también o es que la verdad es algo dado y fijo.

 Las personas que aman la lectura jamás se plantearían siquiera la idea de censurar un libro, las ideas se combaten con ideas, no con pataletas torpes, que más que mostrar firmeza de espíritu y vuelo intelectual muestran nuestra impotencia al no poder responder los argumentos contrarios. 

Decía José Ramón López que el ignorante no resiste tener dos ideas chocando en su cabeza y cuando esto ocurre quiere resolverlo con el puñal o revolver. Precisamente ese es el método que utilizan los dictadores, acaso nos parece bien comportarnos de igual manera.

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