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FILOSOFIA

¿Es racista el pueblo dominicano?

Dustin Muñoz  |  16 de noviembre de 2014 (09:11 h.)

En República Dominicana el prejuicio racial que se manifiesta en algunos dominicanos está estrechamente ligado al prejuicio antihaitiano, que hunde sus raíces en diversos acontecimientos históricos suscitados en la isla La Española desde que fue dividida en dos partes; un lado español y el otro francés, confirmado con la paz de Ryswick en 1697.

Es racista el pueblo dominicano

La razón de que exista prejuicio racial antinegro en la República Dominicana, aun teniendo una población mayoritariamente mulata, obedece a que Haití, de conformación racial negra, es el país que obliga con su existencia amenazadora en la isla, a la formación de una identidad nacional en la parte española. Se justifica aquí la expresión de Erdheim El racismo es una especie de hermano gemelo del nacionalismo , ¿por qué aquí? Porque el nacionalismo dominicano no podía ser separado en los años de luchas independentistas del antihaitianismo y esto hacía que el nacionalismo se confundiera con racismo debido a la homogeneidad racial de Haití, mientras Republica Dominicana llevaba un proceso de mulatización, y sobre todo por el hecho de que en la parte Occidental de la isla siempre han prevalecido los elementos étnicos de la raza negra, situación que no se da en la República Dominicana, pues los negros de la parte Este de la isla asumieron tempranamente la cultura hispana.
 
La población haitiana es homogéneamente negra, pues en Haití hay que tomar en cuenta que debido a la forma inhumana a que eran sometidos los esclavos, cuando era Colonia Francesa, no permitía que resistieran tan cruel faena por mucho tiempo y morían en pocos años. Esto hace que constantemente fueran traídos de África nuevos esclavos; así cuando se produce la independencia haitiana y exterminan a todos los blancos, queda en Haití una raza casi pura sin cambio esencial más que el traslado de África a América. Es lo que Balaguer llama la raza oriunda de África, trasladada a Haití .

Mientras que, la conformación somática del ser dominicano está determinada por una confluencia racial que se ha venido gestando desde 1492. la posición geográfica estratégica de la isla permitió una composición racial tan diversa que hace de los nacionales de la parte Española la exposición mas variada de mulatización, a tal forma, que si se fuera a definir la esencia que determina la dominicanidad, el color de la piel debe quedar ausente; ya que en su muestra hay desde blanco jojoto o jipato hasta negro-azul pasando por una diversidad casi infinita de tonalidades intermedias. Pues incluso, los hijos de una pareja de nacionales dominicanos tienden a diferenciarse en cuanto al color, pudiendo traer recuerdos de mulatos, tercerones, cuarterones, quinterones, entre otros.

La presencia de la raza negra es activa en la República Dominicana; sin embargo, aun siendo así, es innegable la actitud racial antinegra y por tanto necesariamente antihaitiana que se manifiesta en algunos dominicanos; aunque hay escritos que quieren ocultar eso, como por ejemplo: en La isla al revés Balaguer dice El empeño de depuración racial que animó en ciertos momentos a la dictadura de Trujillo no obedeció, pues, a un absurdo prejuicio de castas que ni existe ni puede existir en un país cuya población es eminentemente mestiza. El único prejuicio que ha existido en Santo Domingo es el de carácter religioso. De manera que para Balaguer En República Dominicana no ha existido...el prejuicio racial . Sin embargo en la misma obra dice el contacto con el negro, ha contribuido, sin ningún género de dudas, a relajar nuestras costumbres y sostiene además que ...en la mayoría de los dominicanos existe también un fondo supersticioso que no puede explicarse sino como la presencia en nuestra sangre de rasgos característicos del primitivismo de la raza africana .

La razón por la que en algunos nacionales dominicanos, aun se mantiene una actitud antinegros, siendo una población de mulatos y negros en mayoría, ha sido la resultante del pasado histórico que ha fertilizado en la cultura del dominicano un sentimiento de superioridad sobre el haitiano, creencia que ha sobrevivido desde que los negros fueron traídos como esclavos a escenarios distintos. Agapito Bautista en El racismo integrante del antihaitianismo dominicano dice: el que se acercaba más a la imagen del blanco europeo, a su raza y civilización superiores , era el mas beneficiado y privilegiado. Tal situación provocó una fiebre obsesiva por blanquearse física y culturalmente. Esta aspiración incentivó en los mulatos el rechazo a los negros, y, aun más, a su propia condición mulata . El factor que influye en ese sentimiento de superioridad, se dá específicamente desde que la parte occidental de la isla pasó a ser colonia francesa y sus esclavos eran sometidos de forma inhumana a labores de plantación de azúcar, café y algodón; cuidados por hombres armados para impedir su fuga; mientras el esclavo de la parte Este de la isla vivía otro tipo de relación con los hateros, haciendo un trabajo más fácil muchas veces en caballos y armado.

La identidad del pueblo dominicano como nación, esta indisolublemente ligada a los procesos históricos que ha vivido Haití, marcado por las cicatrices de las invasiones de Toussaint y Dessalines y la ocupación de Boyer, situaciones que han creado en el habitante de la parte española un sentimiento de pavor y una actitud de alerta mas que de alucinación por la población haitiana. Mario Erdheim señala que el individuo siempre mantiene una actitud ambivalente frente a los extraños: por una parte, miedo; por otra, fascinación. Y sostiene que la fascinación convierte a los forasteros en algo exótico: basta recordar el concepto del buen salvaje . Inspirado en esas ideas de Erdheim, Manuel Matos Moquete argumenta en contexto Sociocultural del Prejuicio Antihaitiano de los Dominicanos que La fascinación que se siente ante lo externo, la curiosidad ante el otro, no aparece en esta investigación en forma destacada como vertiente benigna del racismo: el haitiano es poco visto como un buen salvaje , habitante de una cultura y de una patria míticas. En el mejor de los casos, la fascinación se manifiesta como compasión .

La independencia haitiana se matizó por una serie de acciones sangrientas y destructivas, ya que no solo asesinaban a los blancos, sino que destruían las infraestructuras que pudieran recordar al opresor. Esta acción de los negros fue altamente difundida por las potencias coloniales como una acción de salvajismo, propagación que influencia a los criollos de la parte española. Por ello, cuando Dessalines, inspirado en la idea de Toussaint de que la isla es una e indivisible , invade la parte española en 1805, buscando sacar las tropas francesas de la isla por el peligro que estas significaban para el recién creado Estado haitiano; su presencia reafirma en el criollo español la idea de salvajismo y brutalidad que se había propagado de los haitianos, fruto de la masacre y destrucción cometida en su retirada luego del fracaso de su empresa. Veamos como lo dice Balaguer en La isla al revés : Las hordas haitianas pillaron e incendiaron varias veces las comarcas fronterizas, ultrajando a las mujeres, inmolando a los ancianos y a los niños y reduciendo a pavesas todas las poblaciones...la invasión de Dessalines en 1805...llevó hasta sus últimos extremos el sentimiento de terror que ya invadía a los habitantes de la parte española . Agapito Bautista al referirse a ese mismo acontecimiento dice pero los haitianos fracasaron en el intento de lograr sus objetivos, y sus tropas, constituidas en su mayoría por antiguos esclavos, cometieron numerosas acciones abominables al replegarse a Haití: saqueos, violaciones, degüellos y asesinatos incluso de sacerdotes refugiados en sus iglesias...a partir de estos acontecimientos se quedo fija en los dominicanos la conciencia de que los peores enemigos suyos eran sus vecinos de Haití. Desde entonces, por contraposición, aceptaron definitivamente la blancura, opuesta a la negrura haitiana, y la catolicidad opuesta a las prácticas del vodú , más adelante Agapito continúa diciendo: visto esto, podemos afirmar que el antihaitianismo del pueblo dominicano hunde su raíz histórica en las invasiones de Dessalines. Sin embargo, no es sino hasta la ocupación haitiana de 1822 cuando se consolida.

Era normal que la ocupación haitiana de 22 años, desarrollara el prejuicio antihaitiano del dominicano, abarcando lo étnico y lo racial. Primeramente porque era el contacto de dos culturas distintas en lo lingüístico, lo religioso, lo jurídico, etc. Además, aunque la parte española ya desde el siglo XVII había adquirido un grado de mulatización considerable, siempre se mantuvo en el criollo la inclinación a rechazar la negrura y preferir la blancura para parecerse mas al dominador; incluso siempre quiso justificar el color de su piel con una supuesta descendencia indígena que había desaparecido ya en el siglo XVI. Podría alguien argumentar que el dominador en ese momento era negro, sin embargo, la tradición de los negros no era de dominadores, sino de esclavos. Era la necesidad de alejarse del símbolo esclavo que representaba el negro en América. Veamos como lo dice Agapito Bautista: Durante la ocupación haitiana, y posteriormente a ella, el tema del indio adquirió mayor fuerza... esto tiene su explicación si se toma en cuenta la jerarquía de los grupos sociales que se clasificaban atendiendo a la raza, pues ser indio significaba una ascensión racial más aproximativa, en cuanto al color, al modelo: el hombre blanco.

Se explica, porque el criollo que había asimilado la cultura, el idioma, la religión y la costumbre española, se sentía identificado con el amo blanco, por lo que no iba a aceptar que una población de esclavos lo gobernara, que una raza inferior gobernara a una superior ; claro sin obviar nunca los inconvenientes económicos y culturales que afectaron al criollo español durante la ocupación de Boyer, que fue realmente el motor principal que generó odio, apatía y prejuicio racial hacia el negro. Muchos de los trinitarios por ser de color oscuro, sufrieron esa apatía y vivieron las acusaciones de supuestamente ser pro-haitianos.

No es extraño entonces que en torno a los Padres de la Patria, Duarte, Sánchez y Mella, se hayan introducido elementos que buscan empañar y dividir la conformación de esa trilogía que encarna la dominicanidad, en la quedan representados en ellos: negros, mulatos y blancos, como decididos luchadores en favor de una patria libre e independiente. 
La debilidad de una identidad clara en la población dominicana era el germen movilizador de las acciones anexionistas ya que a ciencia cierta no se sabía que se era en ese momento; pues en su pasado era una colonia española con esclavos indios y negros; azotada y saqueada por el corsario inglés; que contrabandeaba con franceses, portugueses, holandeses entre otros; que fue reorganizada y concentrada en puntos estratégicos con las devastaciones de Osorio; cedida a los franceses tras el tratado de Basilea; invadida por Toussaint y luego por Dessalines; reconquistada para vivir un periodo Bobo ; logra una independencia efímera; luego es ocupada 22 años por Haití; liberada y nuevamente entregada a España. Ante tantos sucesos de lo único que se estaba seguro era del idioma, la religión y la cultura española adaptada al nuevo ambiente de América, como dice José Ramón López en La Alimentación y las Razas cito Todos los pueblos conquistados imponen al conquistador algunas de sus costumbres, sobre todo las que nacen de las condiciones especiales del país .

Otro elemento cierto, es que para mediado del siglo XIX la parte española estaba conformada por una población eminentemente mulata. Imagínense entonces el grado de entrecruces que se había producido en la frontera para 1937, si tomamos en cuenta que las primeras décadas del Siglo XX estuvieron matizadas por una gran inestabilidad política en la Republica Dominicana, y el contrabando se había constituido en una actividad socio económica intensa entre los dos países. Al respecto decía José Gabriel García en su Historia Moderna de la República Dominicana que ... las comarcas fronterizas, victimas de especulaciones ruinosas que las han convertido en tributarias de Haití, a ciencia y a paciencia de los gobiernos dominicanos que, ocupados en sus querellas oposicionales, las han visto con la más grande indiferencia y las han mantenido en el mayor abandono hasta irles dejando perder la pureza del idioma y la moralidad de las costumbres.

Los primeros años del Siglo XX la región fronteriza dominico-haitiana estuvo minada de contrabando y aunque es cierto que son regiones donde la identidad nacional es lo que más importa, la situación económica de Republica Dominicana no era para que los residentes en esa zona, que por demás están expuestos a asimilar las influencias extranjeras, no fueran a sacrificar sus intereses de subsistencia por los de un país envuelto en inestabilidad política. Esto hizo que la región fronteriza alcanzara un carácter casi independiente donde los intercambios con Haití se llevaban sin ningún control de pagos de impuestos aduanales. Veamos como lo dice Michel Baud en Una frontera-refugio: Dominicanos y Haitianos contra el Estado la región entera dependía de este comercio y los intereses envueltos eran muy grandes...haitianos y dominicanos sostuvieron activamente relaciones socio-económicas entre ambos lados de la frontera. La región fronteriza era con todo su derecho una región social y económica con un comercio prospero. También se podría uno preguntar sí servia de algo el referirse a lados de la frontera en el periodo anterior a 1930.

De manera que hasta que punto pueden no ser afectados los límites de identidad nacional en países que comparten una frontera unida por vínculos socio-económicos como era la actividad del contrabando en la frontera dominico-haitiana; relación que no ha sido muy promovida, quizás porque no es de interés para los discursos que solo le interesan mostrar a la Republica Dominicana como un pueblo racista contra el pueblo haitiano, por ser negro. Ya que la región era para ambos pueblos refugio de complicidad en las acciones de sentimientos antiestadounidenses, que se generó cuando los Estados Unidos entorpecieron las actividades del contrabando con el interés de recaudar los impuestos aduanales mientras ocuparon simultáneamente Haití 1915-1934 y República Dominicana 1916-1924. Lo que frustró en cierta medida la evasión de impuestos de ambas partes. Decía el cónsul estadounidense en Puerto Plata Las autoridades allí refiriéndose a la semiautonomía de Montecristi- están opuestas a cualquier cosa que tienda a disminuir allí su preponderancia local y absolutismo en todos los aspectos.

De modo que el precio de desafricanizar el país como plantea Américo Lugo iba a resultar bien caro, por el entrecruces que habían sostenido por años esas dos naciones en la zona fronteriza. Veamos como lo dice: Mientras el gobierno no esté en condiciones de desafricanizar las fronteras difundiendo la instrucción por todos los ámbitos de la República...no debe desoír el clamoroso ruego de los que son víctimas del estado de insalubridad moral de esas regiones...ni se podría establecer siquiera que son efectivamente dominicanos, por hallarse completamente haitianizados y ni siquiera haitianizado, sino africanizados, por virtud de la fatal regresión del individuo a sus orígenes en cuanto queda abandonado a sí mismo .

La matanza del 1937 no afectó sólo a los haitianos por asunto de nacionalidad, sino que todo negro de la zona fronteriza vivió momentos de gran incertidumbre. Veamos algunos casos mencionados por Orlando Inoa en su escrito La Matanza de Haitianos en la frontera Dominicana en 1937 en el que maneja datos de los documentos de 1937 y 1938 del archivo del Ejército Nacional, como la carta enviada a Héctor Bienvenido Trujillo, Jefe de Estado Mayor del Ejército en ese momento, por el capitán Arturo Mañé P., comandante del Ejército Nacional con asiento en Loma de Cabrera, en la que pide la opinión y recomiendación de esa Jefatura de Estado Mayor al respecto, para los casos similares que en el futuro puedan presentarse más adelante en el contenido de esa carta de fecha 17 de febrero de 1938, a cuatro meses de la matanza, sigue que ...días antes en su oficina hizo acto de presencia la nombrada Emilia Batista, esposa del dominicano Ramón Lora, residente en Loma de Cabrera, con quien había procreado dos niños. La Señora Batista le comunicó que ella quería volver a residir en Loma de Cabrera, ya que cuando el incidente ocurrido en la frontera (ella) se había marchado hacia Haití. Aseguraba la declarante que había nacido en República Dominicana y que era hija legítima del dominicano Alfredo Batista y de la haitiana María Flerit.

Unos días mas tarde el capitán Mañé remitió otro informe en el que dice: ...que la nombrada María del Carmen Castro se había ido hacia Haití cuando el incidente de la frontera pero que ahora pedía que se le dejara residir en Loma de Cabrera por estar casada con el dominicano José Rubio, habiendo procreado con ese señor tres hijos que son dominicanos. El informe termina diciendo que el había tomado la decisión de dejarla en libertad de residir de nuevo en Loma de Cabrera porque en una declaración verbal del alcalde pedaneo de Cerro Monte, se afirma que dicha señora es completamente dominicana .

Mas adelante Inoa dice que en otro informe del 11 de marzo del mismo año el capitán Mañé envió de nuevo otro informe a la jefatura... en el cual intercedía a favor del nombrado Vidal Minaya, dominicano...casado con la Señora Primitilia Colá, nacida en República Dominicana de familia haitiana, con quien procreó nueve hijos. Este señor informó que por diligencias hechas por su propia iniciativa dio con el paradero de su señora esposa y cinco de sus hijos en Haití, a quienes hizo regresar a pesar de que estos habían abandonado su hogar temerosos de que les sucediera algo cuando los problemas con Haití continúa Inoa diciendo la ultima carta de este expediente está fechada el 28 de marzo del año 1938, en la cual el capitán Arturo Mañé P. hizo constar que en esa fecha habían regresado de Haití los nombrados José Rodríguez, Juan Tejada, Cecilia Núñez, Altagracia Núñez, Francisca Marcelina Julián y seis niños quienes declararon que se fueron hacia Haití porque eran negros y temían les fuera a suceder algo .

Los negros de la frontera ante la gran confusión del 1937, recibieron los efectos discriminatorios que ya estaban presentes en el pensamiento de los intelectuales de la época.

No quiero terminar de comentar la matanza de 1937 sin hacer mención de dos intelectuales que justificaron la ideología antihaitiana de la era de Trujillo: Manuel Arturo Peña Batlle quien sostenía no hay sentimiento de humanidad, ni razón política, ni conveniencia circunstancial alguna que pueda obligarnos a mirar con indiferencia el cuadro de la penetración haitiana...el haitiano que nos molesta y nos pone sobre aviso es el ...tipo francamente indeseable, de raza netamente africana, no puede representar para nosotros incentivo étnico ninguno, desposeído en su país de medios permanentes de subsistencia es allí mismo una carga, no cuenta con poder adquisitivo y, por tanto, no puede constituir un factor apreciable en nuestra economía. Hombre mal alimentado y peor vestido, es débil aunque muy prolífico por lo bajo de su nivel de vida. Por esa misma razón el haitiano que se nos adentra vive infectado de vicios numerosos y capitales, y necesariamente tarado por deficiencias fisiológicas endémicas en los bajos fondos de aquella sociedad . Y Joaquín Balaguer que en calidad de Ministro de la República Dominicana en Colombia justifica las acciones de 1937 cuando en una carta que escribe al director del periódico El Tiempo de fecha 11 de octubre de 1945, dice: ¿Existe alguna razón de humanidad o de cualquier otra índole que se oponga al derecho que tiene la República Dominicana de aspirar a subsistir como comunidad española?...Los incidentes de 1937, contrariamente a lo que afirman los enemigos del gobierno dominicano, fueron provocados por las incursiones armadas que las poblaciones de Haití, radicadas en las zonas fronterizas, venían realizando con frecuencia sistemática, sobre las provincias del norte del país, para apoderarse de los frutos y del ganado de nuestros agricultores y en otra carta dice La Republica Dominicana se estaba rápidamente haitianizando... el vodú, la religión nacional de Haití, especie de una animismo africano de la peor extracción, era ya el culto preferido de toda la población dominicana radicada en las zonas fronterizas...La población campesina, por efecto del contacto con lo peor del pueblo haitiano, iba adquiriendo costumbres tan anticristianas como las de las uniones incestuosas . Esta citas de Peña Batlle y Joaquín Balaguer fueron tomadas del trabajo de Agapito Bautista El racismo integrante del antihaitianismo dominicano

Pero aparte de la política antihaitiana del régimen, el prejuicio en algunos sectores de la población dominicana había resurgido desde que las labores de corte de caña fueron ocupadas por haitianos traídos en grupos. El precio de la mano de obra haitiana era una amenaza para el trabajador dominicano. Aun hoy permanece en la cultura del dominicano que el corte de caña es un trabajo de haitiano .

Aunque esté demostrado científicamente, que no hay raza superior ni inferior en términos biológicos, y que las diferencias que existen son solo somáticas; siguen existiendo grados de discriminación racial en el mundo. En 1996 los países que integran la Unión Europea aprobaron una acción común en la que se consideraba delito la apología del racismo y la xenofobia.

Hoy la humanidad podría estar ante una nueva modalidad de racismo, muy sutil, que resulta del desarrollo tecnológico en el uso de las técnicas de procreación artificial en la manipulación genética en contra de las características de una determinada raza, con la fecundación in vitro. Hoy estamos ante el espacio para una Bioética que regule el poder del hombre sobre el hombre, que modere la aplicación de los conocimientos y que determine si todo lo que se puede hacer se debe hacer; que intervenga en el uso que se le pueda dar al conocimiento genético en acciones como por ejemplo la que vivió la humanidad con el mito de superioridad de la raza aria, cultivado por la Alemania Nazi.

En la República Dominicana, país en vía de desarrollo donde la producción de conocimientos genéticos es solo una aspiración quimérica, si se pudiera producir la manipulación genética, su uso en algunos sectores, se inclinaría a mermar las características presentes de la raza negra. El patrón de belleza del pueblo dominicano tiene en su mayoría tendencia a la estética del europeo, un ejemplo de ello es el famoso desrizado, como dice Américo Badillo en Que tan racistas somos: pelo bueno y pelo malo ...sufrimientos y rigores a que se someten las mujeres para desfigurarse, para desrizarse, para no parecer negras . ; porque el pelo bueno y bonito es el que se parece al de el blanco, el pelo del negro es denominado pelo malo .

Es un querer alejarse aun de si mismo; veamos la propia actitud del mulato como sostiene Agapito Bautista en El racismo integrante del Antihaitianismo Dominicano que dice El deseo de blanquear despertó en el mulato dominicano una especie de vergüenza por su pasado, y terminó por convertirse en su propio enemigo y mas adelante continúa diciendo que en todos los censos que clasifican la población dominicana en colores, la cantidad de blancos e indios es siempre superior a la de los negros. Esto porque a la hora de especificar el color, el mulato claro es un blanco , el mulato oscuro es un indio , y el negro es un indio oscuro .
Ha predominado en la cultura dominicana la estética del europeo; para algunas niñas parece una maldición tener el pelo crespo, de ahí el alto porcentaje de desrizado. Las circunstancias le han dotado de las características somáticas del negro, que aún sigue recordándole a algunos los años de la esclavitud en América, ya desaparecida hace siglos ; aunque cuando se establece la igualdad de derechos entre todos los hombres, en realidad no lo fue en términos económicos y sociales, porque el blanco quedó automáticamente en posesión de los medios de producción y el negro sin otra cosa que su fuerza de trabajo. Sin embargo, apartir de la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano comienza a desarrollarse con mayor vigor el liderazgo negro en América, lo que va a provocar en el futuro, y de hecho a partir de las ultimas décadas ya se manifiesta, una reformulación en la valoración estética que experimenta el sujeto occidentalizado ante la imagen de los negros.

Poseer piel oscura, poca pilosidad corporal, cabellos lanudos y crespos, cráneo dolicocéfalo, cara alargada, nariz ancha y aplastada y labios gruesos y esponjosos; produce en algunos dominicanos el efecto de aquel a quien no quiere parecerse, porque fue el actor principal que motivó su identidad nacional a partir de la independencia. Es lo que explica que en una sociedad con tantos negros y mulatos como Republica Dominicana, en parte de su población pueda existir el antinegro, que no se trata en sí del negro como color de piel, sino de la cultura originaria de éste y que encarna el pueblo haitiano. Y ese prejuicio no es solo contra el haitiano, sino contra todo aquel que a primera instancia se le parece al objeto de su prejuicio; de esto no escapan guadalupeños, martiniqueños, ni dominicanos de piel oscura. Según Américo Badillo en su artículo Que tan Racistas somos: pelo bueno y pelo malo : para muchos, los haitianos, mas que atrasados son negros...y negro se asocia con haitiano .

Por esta razón vemos uno que otro dominicano de cualquier color que cuando quiere sancionar una acción de otro dominicano cualquiera, acostumbra a utilizar la frase ¿es que tu eres haitiano? principalmente si está haciendo algo al revés de cómo debe ser; o la frase no puedes negar que llevas el negro detrás de las orejas . A propósito de esto, dice Manuel Matos Moquete en Contexto Sociocultural del Prejuicio Antihaitiano de los Dominicanos cito: Mi madre, una mujer buena hasta el sacrificio...se quejaba hace unas semanas de esta manera: a esa señora la tengo que botar, que el brega con haitianos brega dos veces ... su trabajadora doméstica, de origen haitiano, no le hacía las cosas como ella quería, con sus gustos y manías de una anciana de 80 años. A ese comportamiento irremediable de la haitiana, mi madre le buscaba una explicación en lo profundo de su cultura familiar y regional. Argumentaba: me lo decía mi madre, que lo decía mi padre...el haitiano ni oye ni entiende .

Ese tipo de actitud hacia el haitiano aun persiste en algunos dominicanos que recurren a frases que discriminan al pueblo haitiano en términos económicos, culturales y raciales; como dice Américo Badillo El prejuicio antihaitiano...abarca tres tipos de prejuicios: étnico, clasista y racial. Haitianos y haitianas son rechazados, discriminados como pueblo, como pueblo pobre, y como pueblo negro. Y pienso que si, pues está dentro de lo posible; ahora bien la discriminación de los tipos citados no se materializa en igual magnitud ni es necesariamente común a los mismos sectores de la población dominicana. Por ejemplo es mayor el grupo de dominicanos que discrimina al pueblo haitiano por razones étnicas, que el que lo hace por razones raciales. No quiere decir que no existan personas racistas en República Dominicana, las hay, pero no en el grado que quieren presentarlas algunos. Por tanto no se puede decir que el pueblo dominicano es racista. Ahora bien lo que algunos quieren presentar como discriminación racial contra el negro, es y ha sido siempre una clara y abierta discriminación social y económica; pero no contra el negro sino contra cualquier desposeído.

Imagínese entonces, en un país como Republica Dominicana de mayoría mulata, pero donde hay desde blanco jojoto hasta negro azul viviendo en la pobreza, con presencia inocultable de cierto grado de prejuicio racial antinegro, con valoraciones a priori enraizadas de generación en generación en la cultura del dominicano, ¿cómo es posible establecer una relación en la que una parte de la población no viva de alguna manera efectos que pudieran parecer de discriminación racial?. Pero independientemente de eso a muchos dominicanos negros lo arropa un resentimiento social cuando viven un auto prejuicio y una auto descalificación de que no logran tal o cual cosa por ser negros.

Pienso que en Republica Dominicana el grado de racismo, no puede ser medido a través de encuestas, de lo que la gente responde a preguntas dirigidas; porque independientemente del problema epistemológico que se crea en torno a la validación de los conocimientos de todo tipo de investigación científica de carácter social, el caso del racismo en Republica Dominicana por tratarse de una población mayoritariamente mulata y negra, el objeto-sujeto tiende a dar una repuesta de poco valor, ya que en ella están envueltos de algun modo vínculos familiares y o de amistades. De manera que casi siempre responderá que no es racista, aunque en sus hechos de algun modo lo sea. Porque como dice Badillo no es lo mismo no expresar preferencia que no establecer diferencia . Por ello entiendo que las preguntas que impliquen lo racial en Republica Dominicana siempre serán vistas como ganchosas y las respuestas que se ofrezcan a este tipo de preguntas científicamente serán poco confiables. Del objeto al sujeto y del sujeto al objeto hay una mutua implicación, porque pocos querrán declararse racistas antinegros en un país, mayoritariamente, de mulatos, mulatos oscuros y negros.

REFLEXIONES

¿Es racista el pueblo dominicano? Justifica tú respuesta.

¿Hay racismo en República Dominicana? Justifica tú respuesta.

¿Cómo se explica que en un pueblo, en su mayoría de mulatos y negros, existan expresiones racistas incluso dentro de esos mismos grupos?


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