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FILOSOFIA

El docente reflexivo

Prof. José Luis Escalante  |  23 de noviembre de 2014 (14:05 h.)

Reflexionar o meditar, es un proceso que permite pensar detenidamente en algo, con la finalidad de sacar conclusiones, y es un acto que todos tenemos que hacer si queremos obtener resultados favorables, en lo personal o profesional. 

Prof, José Luis EscalanteSin embargo, el nuevo orden mundial de la sociedad contemporánea nos ha llevado a una vida acelerada, en la que algunas veces; por las exigencias de la competencia laboral, nos vemos obligados a olvidar los espacios de encuentro con nosotros mismos a través de la reflexión. 

Pero el docente que quiera optimizar sus prácticas, debe implementar la reflexión en su enseñanza, porque sabemos, que lo que no se reflexiona no se mejora y se hace mecánicamente. 

El educador responsable, que anhele romper con la mecanización de las clases y con el pensamiento de que el mero transcurrir del tiempo supone buenas prácticas, debe comenzar en sus enseñanzas desde un modelo reflexivo-experiencial. A la experiencia se le puede dar significado a través de nuevos contenidos que se pueden adaptar con la reflexión, para que no sea lineal y estática.

Es un error creer que con la experiencia tenemos todos los procesos optimizados, más bien, esta práctica siempre tiene que ir acompañada de la reflexión para comprender y mejorar las acciones educativas.

En este sentido, para reflexionar se debe marchar de las experiencias realizadas, implementando la matización, depuración, refutación y ampliación de los conocimientos profesionales, como consecuencia de una situación real. 

Asimismo, es importante saber cómo se va desarrollando cada práctica, para de esta manera ir hacia la mejora que nos aporta la reflexión.

Es evidente, que el docente a través de la reflexión, se autocorrige en la misma acción y hace al alumno consciente de su formación y de lo que va asimilando desde su situación de aprendiz.

Hoy más que nunca, se hace necesario reflexionar para ir comprendiendo cada acción en el proceso educativo si queremos mejorar las prácticas, y así, obtener más calidad en el proceso enseñanza aprendizaje.

La reflexión de la práctica docente, también tiene que ser una orientación de un aprendizaje sociocrítico, en el que el intelectual transformador, tenga un claro compromiso político de desarrollar en los alumnos la capacidad de un análisis crítico de la sociedad en la que viven. 
La reflexión es un análisis crítico que cuesta mucho, porque cuando hacemos una introspección se da el conflicto de sentimientos y los conocimientos entran a una situación de desequilibrio; pero es necesario si queremos hablar de buenas prácticas de enseñanza.

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