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HISTORIA

El mosaico multicultural precolombino en la Isla Española y las Antillas.

Por Pablo Ant. Gómez. Economista, Maestrando en Historia Dominicana, UASD  |  11 de octubre de 2011 (16:44 h.)

En este ensayo vamos a referirnos a la relevancia que hoy le asigna la arqueología moderna al aspecto de la diversidad cultural y a la interacción social de los distintos grupos de pobladores en los estudios de la sociedad taína en la región de las Antillas, y de manera particular, en la Isla Española. Para ello nos basaremos en las reflexiones e ideas expuestas por el Dr. Jorge Ulloa en diferentes publicaciones y presentamos una síntesis o resumen interpretativo en relación al tema. En ocasiones nos basaremos directamente en algunos de los trabajos que son fuentes de sus publicaciones. 

El concepto etnohistórico y antropológico de lo taíno.

Por lo general hoy se considera cultura taína a las representaciones artísticas producidas por las sociedades aborígenes que habitaban gran parte de las islas del Caribe.

En ninguna de las fuentes históricas del periodo colonial aparece la palabra taíno para designar a la población aborigen de alguna de las islas antillanas, sino que desde los primeros cronistas se estableció que el término lo emplearon los propios aborígenes al momento de la llegada de los europeos, y pudo significar noble o bueno en el lenguaje hablado por esas comunidades en tanto lo usaron para destacar la actitud pacífica de un grupo, en contraposición a la de otro grupo, llamado Caribes, que se caracterizaban por su actitud guerrera. Por tanto, su origen se puede considerar una especie de percepción humana o moral.

En realidad fueron investigadores del campo antropológico los que introdujeron el término taíno para distinguir, primero, a todos los aborígenes de las Antillas mayores, y luego, para denominar a la totalidad de los grupos del área antillana, considerándolos a todos como un mismo grupo cultural.

El término inicialmente se utilizó durante el siglo XIX (Jesse Walter Fewkes) con un enfoque lingüístico para distinguir el lenguaje arawaco que se hablaba en las Antillas Mayores del que se hablaba en las Antillas Menores. Se refería entonces a una práctica cultural específica, dispersa básicamente en las Antillas Mayores.

Ya en el siglo XX Taíno comenzó a utilizarse como una categoría antropológica, para denominar a la población aborigen que habitó La Española, Puerto Rico, Jamaica, el este de Cuba y las islas Bahamas. Esta definición o clasificación se basó en un contenido arqueológico amplio referido a distintas manifestaciones de la cultura material de aquellos pobladores, sobre todo en su alfarería. Fue introducida por el arqueólogo estadounidense Mark R. Harrington en1936, y ampliada más tarde por Irving Rouse.

El modelo arqueológico tradicional de estudio de la historia pre-colonial que se ha seguido para La Española y el Caribe interpreta la cultura taína basándose en imágenes etnohistóricas de lo taíno, en un criterio difusionista de las migraciones y en una visión de homogeneidad de los procesos históricos. Se rige por el esquema:

Migración – difusión – homogeneidad – aculturación (desplazamiento).

Pero la cultura taína no puede ser considerada como algo sin antecedentes o como algo uniforme, definido como antítesis de los llamados Caribes. Tampoco puede ser vista solamente como derivación de las migraciones de gentes desde Sudamérica.

Arqueología moderna y cultura taína.

Conforme la visión de la arqueología moderna la cultura taína no es solo una expresión artística, es más bien el resultado de un proceso evolutivo que resumió todas las experiencias culturales de los grupos aborígenes que penetraron en las islas del Caribe; por tanto, es una especie de síntesis transformadora de las más importantes influencias de sus predecesores, que fueron perfeccionadas y usadas, aunque es importante reconocer que el tronco cultural fundamental sobre el que se asienta esta cultura se encuentra en las tribus de la etnia arawaca procedentes de la cuenca del río Orinoco en el noreste de Sudamérica.

La cultura taina en realidad debe ser percibida como un resultado de procesos complejos y centenarios que tuvieron lugar en el contexto de las islas del Caribe, en especial en La Española y Puerto Rico.

Reflexionando en esa perspectiva, desde 1991 el Dr.Veloz Maggiolo consideró a la cultura taína como el primer ensayo de la mezcla que hoy constituye la cultura caribeña, y sus comienzos son estudiados a partir de la vinculación entre los procesos migratorios y el desarrollo de distintas formas de interacción social desarrollados en la etapa pre-colonial del Caribe. Esos procesos migratorios implicaron la formación de un mosaico de culturas en las cuales es posible definir un conjunto de rasgos esenciales desde el punto de vista social, económico, político, religioso y cultural. Es esto lo que puede definirse como cultura taína, o como lo taíno, y dentro de esta se puede encontrar una diversidad de expresiones que fueron captadas solo levemente por algunos cronistas de Indias.

Por lo anterior, queda claro la estrecha relación que existe entre el estudio de la historia precolombina del Caribe y el conocimiento del proceso que desembocó en la formación y desarrollo de lo que se llama cultura taína.

El poblamiento de las Antillas y el mosaico multicultural precolombino.

Las investigaciones arqueológicas han demostrado que el poblamiento indígena de las Antillas, y por tanto el establecimiento de las primeras culturas, inició alrededor del año 6,000 a. C. Hasta el momento se ha visualizado que el proceso migratorio hacia las Antillas se realizó a través de dos rutas: la primera desde la costa atlántica de Centroamérica hacia las Antillas mayores (Cuba y La Española). La segunda desde la zona noreste de Sudamérica y la isla de Trinidad, desplazándose a través de las Antillas Menores, hasta alcanzar la parte más occidental del Caribe.

Una vez en las islas, los primeros habitantes antillanos conocidos hoy como Barreroides y Banwaroides, modificaron muchas de sus tradiciones culturales continentales y se adaptaron a los nuevos contextos. Estos grupos arcaicos desarrollaron culturas altamente dependientes de la recolección, la pesca y la caza, y también iniciaron la domesticación de plantas y en algunos puntos una incipiente alfarería.

La arqueología ha puesto en evidencia que los cambios culturales que experimentaron esos primeros pobladores también estuvieron relacionados con su propia interacción.

El Dr. Veloz Maggiolo registra evidencias de coexistencia e hibridación entre ellos en La Española a partir del año 2,000 a. C. La transformación de los grupos arcaicos en el contexto antillano ha sido captada mediante el estudio de los cambios en su instrumental de uso, los patrones de asentamiento y también por las huellas de los procesos económicos vinculados a la explotación del medio.

“En síntesis, los primeros pobladores del arco antillano, fruto de migraciones en diferentes momentos y desde diferentes espacios continentales de las riberas del mar Caribe, protagonizaron los primeros procesos de interacción y transformación que luego desembocarían en la llamada cultura taina” (La cultura taina y las bases de lo caribeño, pág. 21).

Estas comunidades primitivas interactuaron posteriormente de manera paulatina con los nuevos inmigrantes aborígenes que eran agricultores y ceramistas, quienes a su vez se mezclaron con ellos desarrollando procesos de hibridación que estaban aún en curso a la llegada de los españoles en 1492. Al respecto son relevantes los registros de algunos cronistas que describieron la existencia de posibles grupos de esta naturaleza cultural en la parte occidental de La Española y en el occidente de Cuba a los que denominaron Guanahatabeyes, cuestión que actualmente se encuentra en proceso de revisión por los investigadores arqueológicos.

Los antepasados más inmediatos de los aborígenes tainos que ocupaban las Antillas a la llegada de Colón procedían de la selva amazónica, pertenecían a la etnia de los Arawacos y desde el año 600 a. C. penetraron al espacio isleño del Caribe por la costa noreste de Venezuela, manejaban las técnicas agro-alfareras y su cultura se le denomina saladoide.

Los Saladoides constituyeron la base fundamental para el posterior desarrollo del mosaico cultural que denominamos cultura taína. Las investigaciones más recientes sobre esta segunda oleada migratoria hacia las Antillas han demostrado que el mismo fue un proceso más complejo y multilateral de lo que anteriormente se concebía: no fue una migración masiva y única; no debe ser interpretada como un paso gradual de isla en isla hasta alcanzar las Antillas mayores, más bien ha sido catalogada como “salto de rana”; se conocen expresiones culturales distintas pero contemporáneas a la saladoide (que en Puerto Rico han sido denominadas huecoides) las cuales posiblemente también hayan sido generadas en el continente sudamericano.

Esto ha demostrado la continuidad de contactos entre las Antillas y el Continente durante la época, y que las migraciones desde éste fueron algo ininterrumpido.

Las Antillas en ningún momento del proceso de poblamiento fueron comunidades aisladas. La interacción en esas comunidades y los elementos envueltos en ellas comprendieron importantes factores de carácter social, político y religioso, además de adquirir matices diferentes en distintos momentos.

Durante la primera etapa de poblamiento arawaco en las Antillas las relaciones de intercambio con el continente fueron acentuadas, lo que aseguraba el mantenimiento de relaciones entre los ocupantes iniciales y sus comunidades matrices.

El asentamiento y adaptación a las Antillas de los primeros emigrantes Arawacos dio lugar, en la última etapa de la historia pre-colonial caribeña, a desarrollos culturales locales basados en lo arawaco como tronco esencial y en la relación con los descendientes de los pobladores iniciales arcaicos. La relación o interacción entre los descendientes de los primeros arcaicos y los nuevos emigrantes Arawacos hoy es vista como un factor clave para explicar el carácter de los desarrollos locales, y también para explicar las propias variaciones y diversidad que contiene la cultura taína.

El antecedente más directo en cuanto al desarrollo local del mosaico multicultural reconocido como cultura taina en las Antillas Mayores se encuentra precisamente en la expresión cultural denominada ostionoide, que se generó en el oeste de Puerto Rico y al este de la Isla Española, la que a su vez se derivo, de las migraciones arawacas y de los procesos de interacción con los grupos arcaicos precedentes.

Ese mosaico cultural se fue consolidando como resultado de procesos complejos y centenarios que tuvieron lugar en el contexto de las Antillas, y se ha sugerido denominarle el mosaico cultural de la tainidad, idea que suscribimos plenamente.

En síntesis, el mosaico multicultural precolombino y el concepto arqueológico de tainidad podemos resumirlo en el esquema siguiente:

Diversidad – interacción – transculturación (transformación).

Hubo hibridación, sincretismo y finalmente mestizaje o transculturación entre los distintos grupos de pobladores aborígenes.

Referencias.

Ulloa Hung, Jorge (2013). Hacia una arqueología en la Isla de la Española. Nuevos enfoques, perspectivas y desafíos de una ciencia. Museo del Hombre Dominicano, Papeles Ocasionales No. 17. Santo Domingo, R.D., pp.46.

  •  (2012). La cultura taina y las bases  de lo caribeño en Tesoros del arte taíno. Centro Cultural Eduardo León Jiménez, Generalitat Valenciana and IVAM Centre Julio González, . pp. 13-47.

Veloz Maggiolo, Marcio (1991). Panorama histórico del Caribe Precolombino (Edicion del Banco Central de la República Dominicana). Santo Domingo, R. D., Editora Corripio, C. por A., pp. 262.

  •  (1976). Medio ambiente y adaptación humana en la prehistoria de Santo Domingo, Tomos I-2, Santo Domingo, R. D., Editora de la UASD.
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