Se dice frecuentemente que el amor no tiene edad, no respeta clases sociales y dirían algunos liberales, que el amor tampoco respeta el sexo, que simplemente el amor aparece entre los seres humanos del mismo modo que desaparece. En todos los tiempos y en todas las sociedades han existido y existen relaciones de pareja entre hombres muy adultos y mujeres muy jóvenes, quizás buscando uno y otros lo que a cada quien le falta.
Este tipo de relaciones se producen con tanta frecuencia y por tantas distintas razones sociales, todas de tipo pragmáticas que lleva al filósofo preguntarse si es posible que exista una relación de este tipo, por motivos puramente emocionales sentimentales entre los involucrados en dicha relación.
Según el discurso de las mujeres su entrega es auténtica, su amor es verdadero, sin embargo, es evidente que las jóvenes que se involucran sentimentalmente con un hombre que le dobla la edad, siempre es alguien que posee una posición social, económica, intelectual o política muy superior a la suya. Son tan escasos los casos de mujeres jóvenes casadas con hombres mayores pobres y muy pobres, que resulta estadísticamente no significativa.
