12:22 h. viernes, 29 de marzo de 2024

FILOSOFíA

Repuesta a Daniel Vargas "La disputa sobre el aborto".

Dr. Leonardo Díaz  |  11 de diciembre de 2014 (16:41 h.)
Procedo a responder tus planteamientos referentes a mi artículo "La disputa sobre el aborto".
 
1- En primer lugar, has criticado que use el término "presionar" para referirme a lo que los movimientos católicos y protestantes realizaron en el Congreso Nacional y señalas que con ello "estigmatizo", yendo más allá del análisis del hecho.
 
Presionar significa: "Tratar de influir en la decisión de una persona o colectivo" Para ello existen diversos procedimientos. Y lo que los movimientos religiosos han hecho es precisamente presionar. Es un acto de presión hacer una marcha frente al Congreso el mismo día en que los legisladores debaten sobre el problema. Es presionar, leer en los templos los nombres de los legisladores que están a favor del aborto y amenazarlos con castigarlos con el voto. Dime que otro término "objetivo" puede usarse para describir esta situación. No se niega que  los movimientos opuestos a la legislación también han presionado. Pero yo estoy partiendo del accionar de los movimientos religiosos, porque he asumido una postura muy clara -y que en ningún momento oculto en el artículo- con respecto a su postura. No estoy tratando de ser "objetivo". Estoy asumiendo una postura filosófica clara y la estoy defendiendo, del mismo modo en que las iglesias no está tratando de ser "objetivas" , tienen una postura con respecto al problema que nos ocupa y tú también has expresado la tuya muy claramente.
 
2- En segundo lugar, me has criticado que haya señalado en mi artículo que los movimientos religiosos anti-aborto han planteado el problema en términos de una dicotomía. Preguntas por qué es inadmisible un pensamiento dicotómico. Pero yo no he planteado esto. Lo que se infiere de mi artículo es que la dicotomía: Defensores de la vida vrs. defensores de la cultura de la muerte es una falacia y explico por qué.
 
3- Usted considera que el aborto es un asesinato, porque ya hay vida desde las 18 días de gestación, porque "el corazoncito late a los dieciocho días". Tu planteamiento no tiene base científica. A los 18 dias del embarazo no hay corazón. El inicio del período "embrionario" se inicia a la quinta semana, es decir después del primer mes.
 
4- Tu objeción a que el médico tome la decisión explícita de abortar por el hecho de que debe consultarlo con la familia de la embarazada es contradictoria con la postura que defiendes. Porque con la ley actual, precisamente se le niega al médico consultar esta cuestión. Cuando hablo de tomar la decisión explícita no quiero decir que dicha decisión la haga el especialista a espaldas de la embarazada o de los familiares. La postura eclesial de que el médico debe intentar salvar las dos vidas es una afirmación vacía. Está claro que el médico debe tratar de salvar todas las vidas que pueda salvar, pero lo que se está discutiendo es la situación límite que muchos quieren negar en la que el galeno tiene que decidir entre salvar a la mujer o salvar el embarazo.
 
5- Finalmente, cuestiono tu quinto planteamiento, que en realidad tiene varias aristas. En primer lugar, te molesta que haya usado el término "absolutismo" para referirme a la postura de los movimientos religiosos anti-aborto.  Una vez más infieres una conclusión que no se deriva de mis planteamientos. Yo no he dicho que el único absolutismo sea el religioso. Pero es este tipo de absolutismo el que parte de nuestro debate. Yo no he dicho que un absolutismo sea rechazado por ser religioso. Para mí son objetables todos los absolutismos, las posturas que pretenden tener una doctrina verdadera, sin condicionamientos históricos y culturales. Cuando señalas que mis planteamientos también son absolutos incurres en una falacia, porque en ningún momento he dicho que mis tesis sean verdades absolutas y que no estén sujetas al debate democrático, o que no puedan modificarse, a diferencia de los movimientos que defiendes, los cuales sí creen que tienen la "verdad divina".
En penúltimo lugar, criticas el hecho de que plantee que las instituciones religiosas tienen derecho a regular la vida de los fieles e infieres que he planteado que las mismas tienen derecho a incidir en la sociedad. Yo no planteo que los movimientos religiosos no tengan derecho a incidir. Lo que he criticado es que el contenido de una doctrina basada en criterios de una religión particular se imponga a toda la sociedad, incluyendo a quienes no son religiosos, o lo son, pero tienen otra postura con respecto a los mismos problemas. 
 
No rechazo una postura porque sea producto de una religión específica o determinada, lo que rechazo es el chantaje, la manipulación o la imposición inquisidora de muchos movimientos fundamentalistas.
 
Finalmente, tomas el manido argumento de la que mayoría de la población es religiosa. Esta sí que es una posición acrítica. Mucha gente se dice religiosa, pero no forma parte de ningún movimiento religioso organizado. Por otra parte, mucha gente pertenece a la Iglesia Católica, pero no está de acuerdo con las posturas dogmáticas de su jerarquía (celibato de los sacerdotes, rechazo al sacerdocio de mujeres, la postura con respecto a los preservativos, etc.)
 
Ser religioso, católico o protestante no significa tener que asumir posturas insostenibles desde el punto de vista del mínimo sentido común. Del mismo modo, y como bien afirmas, porque la democracia no es solo la decisión de la mayoría, sino el respeto a las minorías, no debe argumentarse que en nombre de una supuesta mayoría católica o protestante, se trate de imponer sus posturas a quienes no comparten las mismas.
 
Con estimación,
 
                  Dr. Leonardo Díaz
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